Alicia es camarera. Aunque su trabajo no es nada del otro mundo, su rutina le permite fantasear con la vida de sus clientes.
Un buen día, dos nuevos clientes harán que se cuestione romper con lo establecido.
A veces, creemos habernos subido al tren equivocado, o incluso haberlo perdido. Dicha metáfora es abordada en este relato, nada más y nada menos, que con las paradas de autobús que se encuentran frente al bar "La Parada".
«¡Trabajo en un bar y me vi reflejada en parte de esa rutina!»
(Lectora)
«Me encantan los finales que te hacen pensar»
(Escritora)
«¡Me gusta! ¡Me gusta! ¡Me gusta!»
(Bookstagrammer)
Género: | Romático, Historia corta |
Páginas totales: | 16 |
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